Todavía hay esperanzas tristes e inútiles esperanzas de que vengas & me digas que siempre pensaste en mí, que nunca me lo dijiste por miedo a herirme y romper nuestra gran y bella amistad.
Pero los cuentos de hadas son eso, cuentos, y si no paso antes fue por algo. Las cosas no suceden de un segundo para el otro, ni un corazón se enloquece porque sí.
Y ahora entiendo que duele menos odiar que amar...