Me despierto, y es instantáneo. Vos en mi mente. Formás parte de mi primer pensamiento cada bendito día. Formás parte de mis ideologías. Formás parte de mi escencia. Formás parte de algo que carece de nombre propio y de razones.
Sos aire, sos vida. Sos cada una de mis sonrisas. ¿Qué más decirte? Es absurdo. No hay adjetivo capaz ni digno de describirte. Sos mi propia divinidad. Te amo, te amo, te amo, te amoooooo. A más no poder y a más no creer. Si pudiera amarte más, bienvenido sea todo ese aprecio y admiración. Me hacés bien aunque al resto del mundo le parezca que no, sos mi droga. Mi propia droga.
Estamos conectadas por cables invisibles inquebrantables ante la distancia. Transmitís paz, alegría, protección. Sos un concepto básico en mi diccionario. Tu nombre es mi propia melodía.
Sos algo tan insensato, no (me) entiendo. Sos magia. Magia pura.

Uno de mis primeros textos, y uno de los primeros que me robaron jaja