Una vez me dieron un consejo que me pareció de los más importantes que iba recibir en la vida. Cuando una es niña siempre cuenta con un juguete favorito, una muñeca con una ropa parecida a la que quisiéramos usar si la tendríamos en el placard, un auto de carreras al cual subiríamos si podríamos, un animal virtual al cual alimentaríamos más que nosotros mismos.
Formaron parte fundamental en esa época de tu vida, inclusive hay algunas personas que siguen conservandolos por su gran valor sentimental. En los 90’s no teníamos celulares y accesibilidades a la tecnología, había que cuidar nuestros objetos de valor. ¿irías a tirar tu muñeco si se despeinada o si saliera un botón? ¿irías a desechar tu auto si habría otro nuevo modelo que lo supere? ¿no comprarías más baterías para tu tamagochi?
Me enseñaron a cuidar lo que realmente quería tener en mi vida, que esos vínculos habría que repararlos, solucionar las diferencias ya que al ser un objeto querido no podría simplemente desecharlo.
a través de mis casi 25 años me sentí una muñeca desechada, porque se olvidaban de mi existencia y me abandonaban sin explicaciones, porque me cambiaron por otra muñeca o más nueva o más linda o de otro tipo. Siempre me cambiaban. No bastaba con abandonarme en el tacho de basura, llorando y estando rota, simplemente se olvidaron del vínculo porque había algo mejor que esta muñeca anticuada,triste, depresiva y miserable.
Asi me sentía través de estos 25 años cuando las personas que realmente quería me abandonaban. ¿Porque lo hacen cierro? ¿Que les hice porque no quieren jugar más conmigo cierra?
En el año 2013 mis amigos de toda la vida dejaron de hablar conmigo. Sin darme explicaciones y sin comentarme que había pasado. Los busqué y les pregunté pero nunca me dijeron realmente qué pasó.
Gente que tuvo las principales velas en mis 15, gente que fue de vacaciones con mi familia, con las que comparti momentos importantisimos en mi infancia y adolescencia, todo a la basura.
En el año 2016 corte con mi pareja sin lugar a “mejorar” ciertas actitudes que supuestamente le molestaban de mí, y que ese era el motivo por el cual terminada nuestra relación. Llore y sufrí, pero la realidad es que de un día para el otro “no estaba más enamorado de mí ".
Nunca tuvo la capacidad de amar a nada más que asimismo y se la agarró con mi personalidad, mi cuerpo, mi mente.
“Sos demasiado sensible deberías dejar de llorar todo el tiempo”
“No te das cuenta el papel lamentable que estas haciendo?”
“Che, fíjate de ponerte otra ropa, no te queda muy bien eso.”
“Deberías empezar a ir al gimnasio”
Nuevamente, la muñeca iba al tacho de basura, sabiendo no solo que iban a comprar otras muñecas, sino que odiaban a su tipo de muñeca, porque era “histérica”, “muy simpática” “muy poco fitness” o “muy emocional”. Habían muchas mas muñecas en el mundo que podían entretenerle, mas flacas, hegemónicas, mas Barbies. Yo era la muñeca de la feria que había hecho trueque solo porque les gustaba como los hacia sentir, pero cuando se aburrían, iban por la Mattel, la que esta buena llevar al lado para caretear, para lucirse.
Con mi familia fue realmente extraño. Como toda adolescente al principio no entendía porque me ponían tantos limites, por que no puedo ir a la casa de mi amiga a dormir que tiene un hermano mas grande que nosotras, por que no podía ir a fiestas de gente que no conocía y porque no debía juntarme con gente que no era buena influencia. Mi mama es la persona más desquiciadamente loca que conozco, en serio, no es chiste. Pero ella me dio la fuerza para seguir acá, y haberme empoderado cada día mas.
A medida que crecí y con el crecimiento de mis hermanas pude ver que ser mujer es dificil, que vivimos en una sociedad de mierda que no solo te sexualiza, te discrimina, te maltrata, sino que sobretodo te vulnerabiliza.
Crecer siendo mujer es hermoso pero es muy difícil. Yo soy una mujer cis, blanca y hegemónica, pero hablo por todas las mujeres, las que no sabes si va a llegar bien a su casa, la que es abusada, la que es robada, la que recibe bullying. Por todas. Todas las mujeres conocemos el dolor y el sufrimiento por carne propia independientemente del color, la forma del cuerpo o sus genitales.
El feminismo me dio la posibilidad de abrir la cabeza y ser conscientes de muchas cosas, de que quiero ser y como quiero transformar mi realidad, de como ayudar a otras y como luchar por nuestros derechos sin que ningún pelotudo me venga a decir como hacer las cosas, nos haga sentir inferiores o nos minimice ante ellos.
Con el feminismo, mis amigues, mi mama, mis hermanas y conmigo misma me di cuenta que no soy la muñeca. Que no quiero ser una muñeca, un auto o un tamagochi. Tome las riendas de mi vida, tome coraje y deje de tenerle miedo a todo lo que puede hacerme doler.
Si alguien se quiere ir de tu vida, que se vaya.
Si alguien dice que sos insuficiente, demasiado sensible o te hace sentir inferior en algún sentido, salí de ahí.
Si alguien se pasa tirando energía negativa y no te ayuda a crecer espiritualmente, salí de ahí.
Si alguien vive criticándote por como vivis tu vida o como haces para ser feliz, salí de ahí.
Porque todos tenemos una sola vida por vivir. Una sola oportunidad para cagarla o para tener infinitas posibilidades de ser felices, cada día.
Que los comentarios ajenos les resbalen y hagan exactamente lo que se les pase por la cabeza independientemente de lo que piensen los demás.
Y realmente el consejo que me dieron es uno de los mas importantes. Cuiden a sus muñecas, autos, tamagochis. Esa gente que los potencia a ser mejor día a día, que siempre los potencian a ser mejores y a crecer, hablen, reparen sus diferencias y ríanse, ríanse un montón.
Porque de eso se trata la vida.