Estaba caminando por la calle y necesitaba que el auto que venía
hacia mí me atropelle. Bueno, era la única manera de que sienta algo. Era la única
manera de que caiga en la realidad de lo que me estaba pasando. Abrir los ojos,
estar en el presente y dejar de divagar en mi mente.
Quise muchas veces sentarme y escribir sobre vos. Intente,
intente y no podía. No por el hecho de que tenga miedo, o que no sepa que me
pasaba, si no que al leerme, me iba a dar cuenta de que las palabras expresarían
todo lo que estaba pensando y, me dolería, darme cuenta de la realidad.
Tal vez esto se terminó hace mucho, tal vez esto es recién hoy.
Tal vez estuve tan compenetrada en mejorarlo, que no me daba cuenta que quería prender
fuego cenizas. Tal vez vos lo tenías claro desde hace mucho y te aprovechabas
de eso, tal vez no quería abrir los ojos por miedo a darme cuenta que realmente
estoy sola, y yo sola tengo que cuidar de mi misma.
Escribí bocetos de cosas para decirte. Quizás, muchas
palabras sueltas que empezaban con “no quiero lastimarte” “no quiero que te
sientas mal”, pero me doy cuenta que la única que se siente mal y esta
lastimada, soy yo.
Me enamore de alguien que no sabe lo que es el amor. O sí,
pero tiene una definición totalmente diferente a la que yo tengo del amor. Pero
no te voy a excusar más. No voy a pensar más en lo que vos querías, no voy a
pensar más en lo que a vos te gustaba, voy a pensar en mí.
Y no voy a hablar de la forma de la que me enamore de vos
porque vos sabes la forma en la que me enamore de vos. Pero mi amor fue un vaso
de vidrio, que se fue rompiendo lenta y dolorosamente. Yo soy el vaso de
vidrio. Y yo me rompí lentamente.
Acepte cosas que jamás pensé que iba a aceptar, rompí
ideales, llore, me quebré, me fragmente. Todo el mundo me decía “pero maca, eso
es lo que hace el amor”. No, no es lo que hace el amor. El amor hace bien. El
amor no te quiebra en dos. El amor no te hace cambiar tu forma de ser. El amor
no te hace sentir que sos una basura las 24 horas del día por “querer estar con
la persona que amas”.
Y quizás lo digo todo ahora, porque veo todo desde afuera. Desde
el quiebre hasta hoy. Y no vale la pena seguir estando arrastrada por alguien
que no quiere estar conmigo. Creo que es el turno de pensar en mí.