- No te preocupes, se puede arreglar- dijo ella; tomó la redacción y sacó su varita mágica.
- Te adoro Hermione- murmuró el y se recostó en la butaca frotándose los ojos, cansado.
Ella se ruborizó ligeramente, pero se limitó a decir:
- Que Lavender no te oiga decir so
- No me oirá- masculló Ron- O quizás si... entonces me va a dejar
- Si lo quieres es terminar esa relación ¿por qué no la dejas tu a ella?- preguntó Harry
- Nunca dejaste a nadie ¿No?- repuso su amigo- Cho y tu simplemente.... ¡Ojala nos pasara lo mismo a Lavender y a mi!- exclamó Ron, mientras miraba como Hermione sin decir nada- Pero cuando mas le insinuo que quiero terminar, mas se aferra ella a mi. Es como salir con un calamar gigante