1, 2, 3. Así empezó. No lo dude, hasta que llegaron a las 14. Me odiaría si seguía viva. Me amaría si esa noche llegaba a mi objetivo final. Supongo que esto servirá en algún lugar del mundo como un documento análogo y de estúpideces e histeria adolescente. No es así.Simplemente es la única cosa que está siempre. Y ahí vá la 14.
Nunca entendí su concepto de felicidad, tampoco entendí porque me echa la culpa de su infelicidad, y aborreción a mis derechos de ser feliz. Literalmente, o no tan literal, me prefiere muerta a viva.
-mi panza hace ruidos extraños, no soporto la idea de seguir viva-.
Es todo lo que nadie quiere, una hija de puta, no hay otra palabra para describirla. Porque tomo un vaso de alcohol soy una borracha, voy a terminar como mi papá y demás frases celebres de ella. No conocía la libertad, amor, amistad. No me conocía.
A ella nunca le importé realmente y tampoco quiero importarle. Me odio porque no tengo sentimientos hacia mi familia, mis amigos, mis amores. Todo por ella, la reina de la infelicidad.
Seguiré pensando que es la peor del mundo, hasta el día que me muera. justifica a todas las adolescentes menos a mí. yo soy la más mierda, la más zorra, la más drogada, la más... imperfecta.
Porque es lo que ella se piensa, perfecta. Y me encanta desafiarla cada segundo más, torturarla e inexorablemente... odiarla