Cuanto daño hacen tus palabras, no tanto lo que decís, más lo que te callas.
Estuve tanto tiempo atrás de tus pasos, siguiendo tu camino, repitiendo lo que decías convencida de que eso era amor.
Volvía a escucharte y con darme una pequeña muestra de afecto ya estaba a tus pies, alardeando de lo que me querías y que no importaba que estabas con otras personas ya que yo era única para vos.
Cuando estábamos solas me prometías el mundo, me hacías creer en que veía las estrellas, me hacías sentir invencible.
Pero cuando estábamos con gente eras diferente. No me mirabas, no existía en tus redes, no ponías ni un me gusta cuando te etiquetaba en un comentario de Facebook, no me dabas ni siquiera un beso en el cachete ni me dabas una caricia (solo si estabas fumada, o borracha, y en un boliche. Porque ni siquiera en la calle o en un bar lo hacías).
Me habían dicho que sagitario era libre y que no se comprometía, e igual yo buscaba que google haga un milagro con nuestra compatibilidad de signos.
Besabas chicas adelante de mis amigos cuando yo no estaba, con la excusa de que "lo hacías porque no había ido yo". Que hipócrita echarme la culpa de tus situaciones irresponsablemente afectivas, y solo pensar en tu deseo individual.
Volvía a llorar, a entristecer, volvía a ahogar a mis amigas con mis problemas, mis dudas, y ellas trataban de hacerme entrar en razón, de decirme que tenía que salir.
Y no entendía que me endulzabas con tus palabras para manejarme como una marioneta
Tanto tiempo...












Encontré este fragmento en mis borradores, y no puedo dejar de nombrar que escuchen a sus amigxs, que un poco de cariño no es amor y que no todas las personas tienen responsabilidad afectiva. Cuidense, porque el amor propio es algo que no se pueden dar el lujo de perder.