Día 1:
Los amores temporales... ¿No me servían Yo necesitaba que el amor de mi vida me de bola y el no lo hacia, era la persona con la que quería estar todos los días y a el no le importaba. No le importaba y me carcomía la cabeza porque no me contestaba, lo hacia como un oficio el ignorarme, hasta tendría que haber salido empleado del mes. Y nada, le daba igual. Y sentirse mal y llorar por un boliche era mas factible que decir que lo extrañaba, lo necesitaba, y era todo para mi. Porque era mas fácil hacerme la hija de puta a vibrar por algo que en realidad era inquerible.
Día 2:
A veces no es difícil sonreír, a veces llorar es mas que suficiente para derrotarte en mil pedazos, y sacando que sea la pina más odiable y fría... quería que me entiendan. Quería que al menos alguien se interese por mi, que pregunte sinceramente si estaba bien, si necesitaba algo, o si necesitaba una palabra de aliento, algo, estar ahí... Era todo lo que pedía, algo que me arregle . Pero nadie podía salvarme.