14/4/18

Llegó y me pidió que no me vaya. O en realidad que no vuelva a aquel lugar.

Desesperanzados, eramos dos corazones rotos que se encontraron. Vos eras la cura a la enfermedad que mas me estaba consumiendo. Me estaba quemando viva y vos tenias el matafuegos.

Llegaste y apenas me viste me dijiste todo lo que te pasaba conmigo, que no te importaba romper el corazón amigo, que no te importaba nada mas que estar conmigo. Me sostuviste del pelo y me escuchaste todas mis quejas, todos mis chistes, todos mis gemidos. Me contuviste y no se porque me sentía liberada en tus brazos. Me sentía bien y me sentía curada.

Me dijiste que no me vaya. O en realidad que no vuelva a aquel lugar.
Me preguntaste que pasaría si él volvía. Que pasaba si ahora no era nuestro momento, que pasaría si el me toca el timbre diciendo que estábamos destinados a ser.

Y no te deje preguntar mas, porque ambos sabíamos la verdad.
Y quizás tu enamoramiento era real. Quizás esas lagrimas cuando te dije que ya no daba para mas eran reales. 

Eramos dos corazones rotos que se encontraron, se ayudaron, se sanaron. Me sostuviste de la mano y me dijiste que era hermoso caminar juntos, sin que nadie nos diga nada, y sin tener que lastimar a nadie. Porque eras feliz. Porque tu sonrisa era real.

"Yo quiero ser tu novio, y no me importa lo que diga el resto, porque me enamore de vos la primera vez que te vi"

Y ahí estaba yo, con un vaso de cianuro  en la mano y con una pistola en la otra. Pensando cual iba a doler más. Cual me iba a sanar mas. Yo era una granada, yo me detone. Te detonaste conmigo.

Sangraste y me pediste disculpas. Dijiste que no ibas a aparecer mas. Pero algo me dijiste antes de cerrar la puerta:




Que no me vaya. Y que no vuelva a aquel lugar.

todes

 De repente, les miré. Observé nuestra ronda, al lado del skatepark. Todes sonriendo, mientras contaban anecdotas de nuestro pasado... como ...