18/2/14

Complementos

Una de las cosas que estuve notando últimamente es que la vida se basa en buscar complementos. Nadie nos enseña eso ni tampoco como identificar a nuestro versus, ni tampoco nadie nos dijo que las cosas no iban a ser fáciles y que, nunca, íbamos a obtener lo que estábamos buscando.
En éste concepto, me quisiera referir a todo lo que me rodea. Mis amigas, odian la música que yo escucho, y yo trato de simpatizar con la suya, mi mama busca siempre resaltar mis defectos cuando mis cualidades positivas en su vida nunca las nombro y sin embargo, a la persona que destrozo su vida la tiene en un pedestal.
¿Por qué nos gusta lo que nos hace mal? ¿Todos somos unos masoquistas sin retorno?
¿Por qué si sabemos que una persona nos puede dar la felicidad plena, huimos de ella como oveja al león?
En el caso hipotético de que haya una persona igual a mi, yo creo que la odiaría, o amaría, por la misma razón.
Desde chica tuve siempre gente atrás, no por hacerme la sex-simbol de salita de 4, pero generalmente los nenes no eran muy difíciles en los colegios luganenses y las chicas ya daban, como yo, su primer beso a los 9 años.
El punto es que, a mi siempre me gustaba el flaco imposible. El que le gustaba el rock, el que ni siquiera sabia mi nombre, o el que lo sabia y era peor: me ignoraba.
Cuando conseguía lo que quería, y cada chico estaba atrás mio con chocolates o cartitas, yo me desdibujaba y ya me aburría: consiguiendo así lo que quería. Llamar su atención, que hable de mi con sus amigos, y en ese circulo encontrar mi nueva presa. Retenerlo y jugar con su mente hasta que encontraba un nuevo entretenimiento.
Porque es así: buscamos lo que no podemos tener hasta el borde del abismo, y cuando lo tenemos, nos alejamos por miedo a caernos y morir en el intento.
Las personas que siempre me quisieron cuidar, mejorar e incluso sanar, me aleje. Porque podía, porque me agobiaron o ahogaron o porque me aburrieron. Pienso que en la monotonía yo viví buscando un resignado y siempre me encontraba con un enamorado. Siempre la persona se desvivió por mi, y sentí que era monótono porque la relación es de dos, no de uno.
¿Y el día que tenga que remar yo? ¿Y el día que la persona que ame se vuelva retoricamente como yo, y tenga que pasar a ser el enamorado para arreglar algo que no fue?
Nos prometemos algo a nosotros mismos: nunca cambiar. Para nosotros y para fines ajenos. Pero cuando no se puede manejar, y esta mas allá de nuestra personalidad y lo que nosotros opinemos, ahí es cuando la daga se entierra en el pecho y hay que dejar, lo que somos, y lo que fuimos.
Me prometí a mi misma no enamorarme de una chica. Me prometí ser la It girl toda la vida y acá me tienen, en forma de caja de bombones viajando 1.30 hs para ver a alguien que fue mi pasado y fue mi presente.
A veces arriesgamos el cuello y nuestro valor por algo que no sabemos si vale la pena. Tal vez modificamos nuestra existencia y debatimos y nos peleamos con un montón de gente por nuestro "complemento". Un amor, una ideología política, una preferencia musical. 
A veces nos llenamos la boca hablando de mas de algo que nosotros nunca vamos a poder dejar ir. Y eso nos rebota como resorte en el medio del pecho aclarándonos que no estamos diciendo la verdad y que lo aclares cuanto antes.
A veces, el complemento forma parte de nosotros. Que si no existiera nuestra banda preferida, nuestra saga de libros o el amor de nuestra vida, nosotros no nos forjaríamos con estas personalidades. De buscar el pelo al huevo, de creernos cada fantochada que nos dicen y de que cada cosa que nos digan pensemos que la dicen en nuestra contra.
Uno critica al complemento y hasta a veces lo desafía. Pero no podríamos estar sin el.
Porque nuestro complemento es nuestro karma. Y el hijo de puta sabe como trastornarnos.

todes

 De repente, les miré. Observé nuestra ronda, al lado del skatepark. Todes sonriendo, mientras contaban anecdotas de nuestro pasado... como ...