Me gustaría que me amarres y no pidas perdón
Que no tengas porque explicarme lo que vas a hacer y entenderlo con tu mirada.
Te pago la noche, todos los días de mi vida
Y quiero gritar tu nombre, cada día mas
Si sabes que hacer, no lo dudemos, empecemos ya
Necesito tu cuerpo tocando el mio y no parar
Agárrame y grita que me deseas
Es lo que estamos esperando hace tanto tiempo
Vamos, déjame entrar.

Entro al cuarto, sigilosamente para que sos padres no escuchen, suben al primer piso donde se ubicaba la su habitación, ella sin hacer ruido y el tratando de manterse parado. Ella aprovecho de todas sus proporciones y el se dejo caer en un juego de tentaciones nunca antes vistas. La tomo por el pelo, la arrojo a la cama y sentía como lentamente el iba recorriendo su cuerpo con sus labios, infinita, única, envuelta en placer.
Él se dio cuenta de que quería estar hace mucho tiempo en ese momento y disfrutar cada instante que tenia con ella, porque iba a ser inigualable. Ella sonreía, sabiendo esto y que de esto no se lo iba a poder contar absolutamente nadie.
Fugazmente terminaron sin ropa, nadie sabe como se compenetraron tan precisamente justo, ideal, calidamente, que se olvidaron de la hora, se olvidaron de todos sus problemas y que esa noche en algún momento iba a terminar.
Él se queda acostado en la cama, y ella sentada, mirandolo, putrefactamente, como un cadaver, algo ya usado, algo desechable.
Se levanta ella desnuda, se cambia y decide drogarse. El hace lo mismo y le da un beso diciendole que es hermosa. Ella se rie, susurra algo que nunca entendieron y volvieron a mirar a la ventana. Ya era de día ¿Por qué era de día?  
El se dedico a tirarse en la cama, ella se sentó en la punta y gateando se dirigió a besarlo como si no hubiera mañana, él tenía sus manos tan punzantes con la pared que las manos luego quedaron marcadas, ella tenía los ojos rojos color pasión, el se sentía vivo, único, feliz.
Al terminar, ella se vistió en cuestión de un segundo y se delimitó a decirle que abra la puerta
él, tan insulso se vistió y la acompañó a la salida.


Eran sexualmente inigualables, imposibles, pero inigualables

- Solo vienen por su segunda cita
- ¿Y qué, eso no me garantiza fidelidad hasta el final de la velada?- Charlotte
- Ellos engañan por la misma razón que los perros se lamen las pelotas-Samanta- Porque pueden, es parte de su biologia. En vez de perder tanta energia condenandolo, seria mejor que nos hagamos a la idea de cual es la verdadera situacion
- Eso queda muy resignado de tu parte- Carrie- pero olvidas algo, las mujeres engañan
- Si- Charlotte- pero es completamente diferente.
- Cómo?-Samanta
- Nosotras no vamos por ahi atancando cualquier hombre que nos atraiga- Charlotte
- Habla por ti misma- Samanta
- No nos impulsa la testosterona, nos impulsan... las emociones, me refiero a la voz interna que te dice "emparejate de una vez, emparejate!"
- Cariño, no puedes hacer todo lo que las voces internas te dicen- Samanta.-
- El problema, es que las dos tienen un concepto diferente de lo que es el engaño- Carrie
- Bueno, yo no lo tolero- Charlotte
- Bueno, yo soy mas...comprensiva y realista en cuanto a la naturaleza humana- Sam
- Eso es porque tu engañas
- No creo que se pueda definir en terminos absolutos- Carrie
- Entonces te parece bien engañar? - Charlotte
- Bueno, puede haber una curva de engaño... en la definicion que constituye el engaño esta en proporcion directa a cuanto quiere engañar ese alguien- carrie
- Pero la realidad- Sam-  es que el acto de engañar esta pegado al acto de que te encuentren, uno no existe sin el otro

Me pregunte si samanta tendria razón, en un mundo en el que valiese todo, qué constituiria el engaño?

y entonces samanta hizo algo casi escandaloso para una primera cita. No lo invito a subir
- Gracias por todo- Samanta
- Nos veremos otra vez?- James
- Sera un placer
Y con aquella leve caricia, Samanta que nunca habia creido en las relaciones de pareja, derrepente se convirtio
- Habia descartado completamente la idea de que se podia hablar con hombres- Sam
- Hey, que no se corra la voz!- Carrie
- Andates de James, todas mis conversaciones se limitaban a "dame eso" y "vete a tu casa". Y todo se lo debo a Charlotte. Todas las bobadas que haz dicho de no acostarte con un chico la primera cita. Si me hubiera acostado la primera noche, no se que hubiera pasado
- Espera, ¿NO TE ACOSTASTE CON EL?- Miranda
- Pronto... saben qué? Tal vez podria convertirlo en mi marido...- Samanta

Sex and the city, 1x12