Hubo un día que hizo mucho frío, y que necesitaba un amigo.
Un amigo, en el cual poder confiar cuando esté en esa situación.
Me mire las manos y dije ¿Qué he hecho con mi felicidad?
Y me vi empapada en mares rojos

Y llore, llore, llore hasta dormir
Y ahora veo que todo fue por algo.

Y ahora no creo en las sonrisas sinceras, ni tiernas, ni maneras de sentir
Siento que no puedo vivir la felicidad, y eso me vuelve loca.
Y pediría que pare.

Pensaba que todo tenia un porque.
Pensaba que tu sonrisa solo vibraría con el movimiento de la mía.
Corrí, y corrí buscando respuestas.
Baje los brazos y grite tu nombre a la oscuridad.

Cuidándome a mi misma, más que lo que hiciste de mi
Y llore, llore, llore hasta dormir.
Y Ahora quiero que te vayas.

La razón para mantenerme fuerte
Fue que vos no estabas.

Lo importante de esta charla es que antes moria porque te quedes
Pero ahora que pare de llorar, de sangrar y sufrir.
No quiero hablarte más.

Algo en la manera de moverte me hacia sentir que era única para vos.
Pero ahora quiero que te vayas.